La dependencia energética exterior es un punto común para Chile y España. En el caso del país ibérico, en especial el tema de los combustibles fósiles, la dependencia es del 75%-80% de la energía bruta consumida, frente al 50% de media de la UE y al 25% de EE.UU.; además, es irreversible en un país sin recursos energéticos convencionales (petróleo, gas, o carbón) y con la energía nuclear puesta en entredicho en los últimos meses.
Leire Zabala, Directora General de Vivendio España, comentó algunas semejanzas que han sido fundamentales para proyectar el negocio "ambos países son muy dependientes del exterior para lograr cubrir sus necesidades. Sí, nos llama la atención en Chile, la baja eficiencia energética de la edificación y el alto costo de la energía. No se aprecia la altísima rentabilidad que tiene la inversión preliminar en la consultoría".
El debate acerca de la matriz energética en nuestro país no ha estado ajeno a este grupo de inversionistas. Consideran que la creación del Programa País de Eficiencia Energética (PPEE), en el año 2005, fue un gran primer paso en el camino hacia la optimización de su consumo, por ello apuestan a que el Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética (PNAEE), para el período 2010 – 2020 y la aprobación
de la Norma ISO 50001 (sistemas de gestión de la energía y requisitos con orientación para su uso), deben impulsar definitivamente el sector del ahorro energético en Chile.
Zabala, argumenta "más allá de la eficiencia, Chile ha de cerrar el modelo energético que quiere explotar en los próximos años. Modestamente entendemos que la responsabilidad aplicada a un asunto vital para cualquier país, ha de provocar un consenso nacional que empuje a Chile en la senda de la prosperidad, la eficiencia y la competitividad, siendo un ejemplo para toda Latinoamérica".
Para la empresa el uso de las "energías renovables no convencionales" -ERNC- es sólo una herramienta más a emplear en el "arreglo" de la "avería energética", pero no siempre son la solución global.
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