Mientras las labores de rescate siguen suspendidas debido a movimientos inesperados del Concordia, el capitán del barco, Francesco Squettino, admitió por primera vez que abandonó el crucero antes que sus pasajeros.
En el interrogatorio al que fue sometido, reconoció que sí se retiró, pero que lo hizo involuntariamente porque justo se cayó sobre un bote salvavidas.
Gregorio de Falco, por su parte, ya es reconocido en toda Italia. Es el comandante a cargo de la isla de Giglio, el mismo que indignado le pedía a Squettino que volviera a la nave y cumpliera sus obligaciones. No hay prensa en Italia y compatriota que no destaque su actitud. Inclusive ya hay una camiseta que recuerda una de las frases que dijo al capitán del barco: Suba a bordo carajo.
Deja tu comentario