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El Senado aprobó por 30 votos a favor y dos en contra la nueva ley que endurece las penas a quienes manejen bajo la influencia del alcohol y, también, en estado de ebriedad.
"El elemento más importante es la tolerancia cero. Si va a manejar, con estos índices no puede tomar nada. Uno del grupo tiene que sacrificarse por los demás", dijo el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz.
"Este es un cambio cultural", insistió.
El ministro comentó que con esta nueva ley los taxis, buses y micros pueden transportar a personas ebrias, "siempre y cuando no tengan un mal comportamiento".
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