La filtración de documentos reservados en el Vaticano ha generado polémica dentro y fuera de él, tanto por el contenido de dichos archivos que revelarían el intercambio de cartas entre Benedicto XVI y sus colaboradores, dejando en evidencia la falta de liderazgo del pontífice, como por las especulaciones de los medios locales.
La prensa italiana afirma que la polémica se basaría en una lucha de poder dentro de la máxima institución de la Iglesia, que las filtraciones pretenden proteger a la mano derecha del papa, Joseph Ratzinger, e incluso que se está orquestando un golpe de Estado contra el Sumo Pontífice.
El único detenido, hasta ahora, es el mayordomo del papa quien, según algunos, no sería más que un "chivo expiatorio" para proteger a cardenales involucrados. Hipótesis que fue desmentida tajantemente por el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi.
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