Más de 2.5 millones de personas en el país cuentan con un seguro de salud, que se reajustan cada año y cuyas condiciones pueden cambiar.
Por ley todo trabajador está obligado a cotizar el 7% de su remuneración para un sistema previsional de salud. Sin embargo, muchas veces el plan que contratamos no cuenta con una buena cobertura. Para eso el mercado ofrece distintos tipos de seguros complementarios, que han crecido en más de un 300 por ciento en los últimos nueve años.
Los seguros complementarios funcionan como un contrato colectivo donde la aseguradora puede cambiar las condiciones pactadas y apostar por su subsidio puede ser riesgo si se cuenta con un plan de salud con menores coberturas. También están los seguros catastróficos que subsidian las enfermedades graves y costosas, en un escenario en donde el plan de isapre se complemente correctamente con el seguro para pagar menos y obtener más.
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