La investigación quedó a cargo del Ministerio Público que incautó esta noche computadores y documentos del organismo.
El ex subdirector de infraestructura y Censo del INE, Orión Aramayo, en conversación con CNN Chile abordó las bases de la renuncia de Francisco Labbé al INE, tras las denuncias de graves irregularidades en el Censo 2012. “Esto no hay que mirarlo desde la pequeñez política”, recalcó. “Este es un tema de Estado y la recomendación a este Gobierno es que no hay que hacer el Censo de nuevo, sería un error”, afirmó.
Orión Aramayo además explicó que debe verificarse si la estructura del Censo está corrupta en términos metodológicos y estadísticas. “Si no es así, creo que este Censo va a ser malo, pero va a ser rescatable. Sería un error pensar en hacer un Censo nuevo, porque rompería la secuencia de cada 10 años. Creo que podemos convivir con un censo de mala calidad”, agregó asegurando que una opción podría ser realizar un Censo intermedio con muestras particulares.
El ex subdirector del INE explicó que el “Censo se hizo en menos de un año” y además “se cambió toda la estructura de Censo”, por lo que concretarla en el tiempo en el que se realizó fue “una irresponsabilidad”.
“La investigación va a demostrar que la gente censada es mucho menos que los 15 millones 800 mil personas, porque si el margen de error fuera sólo 1 millón, ese es el margen que tiene cualquier Censo”, explicó respecto a las cifras de personas sin censar, de acuerdo a “antecedentes”, ya que no se informó cuántas personas podrían encuestar cada encuestador, los que confirman que el director del INE sabía que había 800 mil chilenos que no fueron censados.
“En el momento en que se retiró el encargado de la planificación del INE, solamente estaba garantizado el 80 por ciento de las casas”, agregó. “El margen de error de este Censo va a estar cercano al 25 por ciento, ojalá que me equivoque porque mientras mayor es es el porcentaje de error, las políticas públicas durante los próximos años van a tener mayores dificultades para implementarse”, aseveró.
“Tengo certeza que el 20 por ciento de las casas no pudieron ser cubiertas porque no tenían la cantidad de gente ni la logística necesaria para llegar a esas casas“, agregó asegurando que “un nuevo Censo implica destinar 26 mil a 30 mil millones de pesos” adicionales y realizarlo en uno o dos años de preparación “sería cometer la misma estupidez de nuevo”.
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