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 La violencia se apoderó de las principales ciudades del país egipcio.

Una nueva jornada de protestas se llevó a cabo en Egipto, esta vez en la ciudad de El Cairo, en donde según agencias internacionales, manifestantes se congregaron en las afueras del edificio de la Guardia Republicana, en el que encontraría el derrocado presidente Mohamed Mursi. La finalidad del grupo de adherentes habría sido el rescate del ex presidente, lo que desencadenó la ola de violencia que se vivió en el sector.

Pero los manifestantes desmienten esas afirmaciones y acusan directamente al ejercito de abrir fuego sin previo aviso y de forma indiscriminada contra ellos durante unos 15 minutos, tiempo en el que abatieron a 51 personas y dejaron a otras 435 heridas.

Ahmed Mohammed, vocero del Ejército egipcio, aseguró que: “las fuerzas armadas egipcias matan solamente a sus enemigos, no a nuestros hijos, todo lo que se ha dicho hoy son sólo rumores y mentiras que son usadas para crear un miedo psicológico contra nosotros”.  

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