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Los brasileros se adjudicaron su primera Copa Libertadores con Ronaldinho dentro de su escuadra.

La final de Copa Libertadores estuvo llena de emoción, ya que Atlético Mineiro recibió a Olimpia de Paraguay en el estadio “Mineirao”. Los locales tenían una misión difícil, ya que en la ida los guaraníes se impusieron por dos tantos a cero. En su casa, los brasileros debían golpear la mesa y conseguir un marcador que igualara la cifra recibida como visitantes, para así forzar el alargue.

Esta misión la lograron, puesto que ante las imprecisiones de los paraguayos le costaron poder celebrar el campeonato en el tiempo reglamentario. El Mineiro fue más preciso al momento de finiquitar, ya que con Ronaldinho comandando los ataques pudieron alcanzar los goles en el segundo tiempo.

El primer lapso terminó igualado sin goles, pero el segundo acto los goles se harían presentes. Así fue como a los 46 minutos, amaneciendo el segundo tiempo, Jo puso la cuota de ilusión para toda la afición local que repletó el estadio. El tiempo pasaba y en Belo Horizonte y el marcador no se movía, un 1-0 no era suficiente para los brasileros, Olimpia por su parte defendía y desaprovechaba oportunidades.

Cuando el cronómetro marcó 3 minutos para finalizar el encuentro, Leonardo Silva se elevó en el área, para conectar de cabeza y mandar el balón al fondo de la red. De esta forma el marcador, y las buenas intervenciones del portero paraguayo Silva, indicaron llegar a tiempo extra. Sin embargo en el alargue, no se hicieron daño, llevando todo a la tanda de penales.

Desde los 12 pasos los locales pudieron sobrellevar de mejor forma la presión, para así finiquitar en penales un 4-3 donde Atlético Mineiro consiguió su primera Copa Libertadores, además se suma a la larga lista de títulos obtenido por Ronaldinho.

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