A pesar del fin de la actividad armada, la agrupación aún no desmantela su estructura ni ha entregado armamentos, además de rechazar plan de reinserción propuesto por Rajoy.
El 20 de octubre de 2011 ETA emitió un comunicado, anunciando el fin de la actividad armada. A dos años de este suceso, el grupo, que aún no se disuelve como organización ni ha entregado sus armas, ha visto restringida su capacidad operativa al mínimo, actuando en pequeños grupos.
El proceso de negociación ha sido llevado por la Comisión Internacional de Verificación, la cual había amenazado con retirarse si no se daban pasos más concretos para el desarme. Sin embargo, ETA quiere negociar la entrega de armas directamente con el gobierno español, el cual se niega hacerlo.
En tanto, la administración de Mariano Rajoy puso en marcha un plan de reintegración de los reclusos etarras, el cual contempla su separación del grupo y que pidan perdón, lo cual fue rechazado por el grupo separatista, quien en su último comunicado señaló que “no renegará su trayectoria”.
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