A pesar del optimismo norteamericano, Israel mostró su total rechazo ante un posible acuerdo.
Seis potencias mundiales negociaron con Irán el freno a su programa nuclear. Entre los ofrecimientos destaca la liberación de recursos iraníes congelados en cuentas extranjeras, permitiendo impulsar la necesitada economía persa, lo cual facilitaría este inédito acuerdo.
A pesar del optimismo mostrado por John Kerry, el posible acuerdo no fue recibido con agrado por la comunidad israelí. Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, resaltó que este era un pésimo acuerdo para la comunidad internacional, ya que los iraníes “están consiguiendo todo sin pagar nada”.
Es tal el descontento en Israel, que no se ha descartado la posibilidad de una operación militar y bombardear las plantas nucleares de Irán.
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