Los primeros en celebrar fueron los neozelandeses y poco después lo harían sus vecinos, los australianos.
En la península coreana se celebró la llegada del 2014, y fue en Seúl donde lo celebraron con campanadas, mientras que en Pyongyang el líder norcoreano Kim Jong Un se dirigió al país en un mensaje de fin de año. China se rige por un calendario lunar, diferente al del mundo occidental. Esta vez, el cambio de año caerá el 31 de enero, pero eso no impidió que miles de personas celebraran también este 31 de diciembre.
Una de las fiestas más esperadas de la noche se vivió en Dubai, donde fueron 400 toneladas de fuegos artificiales lanzados a lo largo de 99 kilómetros que será incluida en el Libro de los Récord Guinness por el mayor show de fuegos artificiales.
Casí todo Londres se reunió a un costado del Big Ben, cuyas campanadas dieron inicio a toneladas de fuegos artificiales lanzados desde el London Eye. Pero el principal atractivo de la noche fue el confeti comestible, que tenían sabor a plátano.
En Estados Unidos, como cada año Nueva York concentró las miradas, en el cual más de un millón de personas desafiaron las temperaturas bajo cero y llegaron a Times Square para esperar que una gigantesca bola de cristal cayera, marcando la llegada del nuevo año.
Y en Brasil, dos millones de personas se reunieron en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro. Entre celebraciones en la playa y tradicionales chapuzones, los brasileños le dieron la bienvenida a un año que, con la Copa Mundial de Fútbol, ciertamente, los tendrá de protagonistas.
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