Su exitosa gestión se coronó con la clasificación de la “Roja” al Mundial de Brasil 2014.
Este martes se cumplieron tres años desde la llegada de Sergio Jadue a la cúpula de la ANFP. El actual mandamás del futbol chileno comenzó su administración en un contexto difícil y complejo, con dos bandos en disputa y luchas de egos, los cuales generaron más incertidumbres que certezas en ese entonces.
No obstante, la gestión, 36 meses después, es considerada exitosa, ya que supo dar vueltas las críticas y cuestionamientos, como también superando una serie de conflictos, como la salida de Marcelo Bielsa y posteriormente Claudio Borghi de la selección, los conflictos con José Yuraszeck, los problemas del Plan Estadio Seguro y el denominado “club de póker” que enlodó a los árbitros chilenos.
Todos estos problemas quedaron atrás en el olvido, principalmente gracias a su éxito más importante: La clasificación a Brasil 2014 de la mano de Jorge Sampaoli.
“Se fueron derribando mitos, que no hacían más que ensuciar el terreno en unas elecciones que se polarizaron y espero que nunca más ocurran en el fútbol chileno”, manifestó Jadue.
En el plano económico, la administración de Jadue logró revertir el déficit que tenía la ANFP previo a su llegada y logró un superávit en estos tres años, superando los seis mil millones de pesos. Además, cerró contratos multimilonarios por conceptos de auspiciadores y derechos televisivos de la selección.
Además, su nombre adquirió importancia dentro de la FIFA, convirtiéndose en uno de los tres vicepresidentes de la Conmebol, y de paso, convertirse en uno de los dirigentes más exitosos del fútbol chileno.
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