Los grupos operan en 15 municipios, especialmente en la región conocida como Tierra Caliente.
Cerca de 2 mil policías y soldados mexicanos mantienen una tensa relación con las llamadas “fuerzas de autodefensa”. Los civiles armados de Michoacán, estado ubicado al oeste de México, son milicias de autodefensa que han tomado sus armas para combatir el narcotráfico que controla a esa zona.
En tanto, el Gobierno ha solicitado el desarme de estas fuerzas, pero algunos milicianos condicionan esta petición requiriendo que el Gobierno capture a los líderes de Los Caballeros Templarios, el principal grupo criminal que opera la región.
El escenario ya ha cobrado varias vidas, y se ha declarado que entre los fallecidos no hay mujeres ni niños, contrario a las afirmaciones del portavoz de uno de los grupos de autodefensa. Mientras, las autoridades federales intentaron el pasado martes llegar a un acuerdo con los dirigentes de estos grupos armados, reunión que no logró una solución a este conflicto.
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