El Sumo Pontífice nombró otros cuatro obispos de países latinoamericanos.
El Papa ofició su primera ceremonia de este tipo, en la Basílica de San Pedro del Vaticano, en la que se realizó previamente una homilía y la lectura del evangelio. Cada cardenal recibió un anillo, el capelo cardenalicio de color rojo y se le asignó una iglesia en Roma, como símbolo de su compromiso con la institución. Ezzati fue el cardenal número 13 en ser investido. A la ceremonia asistió el Papa emérito Benedicto XVI.
Una de las tareas más importantes de los purpurados es decidir quién será el nuevo Pontífice en caso de enfermedad, muerte o dimisión del actual. En el grupo hay representantes de 12 países, cinco de ellos latinoamericanos
El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, explicó el servicio que prestará a la Santa Sede, y destacó que este es un reconocimiento a la Iglesia Chilena más que a su persona.
Además, aclaró que “él no es el ‘súper Obispo’, ni se convierte en el presidente de los obispos ni el superior de los demás”, sino que más bien “ha sido llamado por el Papa a prestar un servicio particular, asistiéndole en el gobierno de la Iglesia universal”.
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