El incendio se convirtió en el desastre más grande de la historia carcelaria de Chile.
Considerada como la tragedia más grande en la historia penitenciaria chilena, el incendio de la cárcel de San Miguel causó impacto al revelar de una forma cruda las condiciones de hacinamiento.
El recinto carcelario tenía su capacidad sobrepasada y al momento de la tragedia en 2010 tenía cerca de 900 reos más de los que debía albergar. Una riña a las cuatro y media de la madrugada provocó un incendio en el cuarto piso de la torre cinco. Un paramédico, cinco gendarmes y tres centinelas eran los encargados de resguardar a los más de 1900 presos del recinto.
Los familiares y amigos de las víctimas se reunieron en las afueras del recinto penitenciario, a la espera de buenas noticias. Pero esas no llegaron para los familiares de 81 de reos.
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