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Es su primera escala en la histórica visita por Tierra Santa.
El Papa Francisco realizó una misa ante más de 50 mil personas en un estadio de la ciudad de Amán, donde mostró nuevamente su cercanía con los fieles. Una visita que causó sorpresa, porque el Papa Francisco invitó a líderes musulmanes y rabinos para que lo acompañaran.
Horas antes el Pontífice se reunió con el rey Abdalá segundo y el príncipe de Jordania, donde llegó escoltado por una caravana de policías y fieles católicos. Y luego realizó un discurso, en el cual abogó por la libertad religiosa en el mundo y pidió por la ayuda a refugiados sirios, palestinos y católicos en las distintas regiones.
En esta gira de tres días, el Papa Francisco visitará además Belén, Cisjordania e Israel, y tiene como misión reeditar el viaje que realizó el Papa Pablo Sexto hace 50 años. El Pontífice se reunirá además con niños discapacitados de una Iglesia en la localidad de Betania, lugar donde se cree que fue bautizado Jesús.
Además Francisco se refirió al conflicto histórico de aquella zona, indicando que “el conflicto en el Medio Oriente significa que uno tiene que seguir comprometido y luchar por la paz. Por eso, es necesario y urgente encontrar una solución pacífica a la crisis en Siria y también una solución justa con respecto a la situación en Israel y Palestina”.
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