En su paso el Santo Padre indicó que mediará en el conflicto entre ambos estados y los invitó a que en junio se junten sus líderes en el Vaticano.
La primera parada de Francisco fue Belén, donde ofició una misa abierta en los alrededores de la Iglesia de la Natividad, lugar donde se cree que nació Jesús. Luego se reunió con el presidente de Palestina, Mahmoud Abbás, a quien llamó “un hombre de paz” y visitó a refugiados palestinos en Cisjordania.
Horas más tarde, el Papa Francisco se trasladó en el mismo helicóptero a Israel, donde fue esperado por el presidente y primer ministro de ese país. Luego estuvo en el Santo Sepulcro y se juntó con el líder de la Iglesia Greco-Ortodoxa, el Patriarca Atenágoras. La misma reunión que sostuvo hace 50 años el Papa Pablo Sexto.
En ambos estados, el Pontífice pidió la paz en el conflicto árabe-israelí, y les propuso mediar en este caso. Una iniciativa que fue aceptada por los líderes de Palestina e Israel, y cuyo primer encuentro se produciría en junio en la Santa Sede.
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