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Aseveran que las propuestas están orientadas a decisiones de tipo económico, más que a la calidad.

Desde la Conferencia Episcopal, manifestaron que están de acuerdo con el fin al copago. Sin embargo, dicen que el Estado no podrá financiar la totalidad de los colegios, en especial los que tienen mensualidades más altas. “Estamos convencidos de que los recursos no se van a dar”, afirmó Héctor Vargas, obispo de Temuco y presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal.

También recalcó que ven con esperanza el proyecto, ya que hay temas que buscan solucionar temas que se venían dando “desde hace mucho tiempo” y que se habían prestado para muchos abusos. No obstante, el obispo Vargas expresó que están preocupados porque por ahora consideran que el proyecto del gobierno de Michelle Bachelet está orientado por “decisiones económicas” y de gestión administrativa, más que a la calidad en la educación.

“El proyecto de ley afecta en sus exigencias y consecuencias prácticamente sólo a la educación particular subvencionada. Nos extraña la ausencia de políticas públicas en la educación municipal”, agregó monseñor Vargas.

En tanto, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, afirmó que las familias con el copago más alto no deberían estar preocupadas,  asegurando que la reforma educacional no comprometerá ni la calidad ni los proyectos educativos de los colegios a cargo de la Iglesia.

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