Un 55% de los escoceses votó a favor del “No”, mientras un 45% prefirió el “Sí”.
Con una participación histórica, Escocia decidió permanecer en el Reino Unido. La opción del “No” a la independencia ganó en la mayoría de los locales de votación y logró una ventaja mayor a la esperada en los pronósticos. Un 55% de los escoceses votó a favor del “No”, mientras un 45% prefirió el “Sí”.
La participación de los votantes alcanzó un histórico 84% de la población, cifra nunca antes vista en Gran Bretaña. Los jóvenes entre 16 y 17 años, que votaban por primera vez, se pronunciaron en un 71% por la independencia, mientras que los mayores de 65 años prefirieron abrumadoramente el No.
Un resultado que generó un gran golpe para el Partido Nacionalista escocés, y así lo asumió el líder de la campaña por la autonomía y ministro principal de Escocia, Alex Salmond, quien anunció su renuncia a partir de noviembre.
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