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Con el fracaso del último lanzamiento, surgen varias preguntas.

La explosión del cohete Antares no sólo generó decepción y pérdidas millonarias. También preguntas sobre el estado de la NASA, que debe contratar compañías privadas para operar. Inclusive, necesita depender de la ayuda rusa. 

Después de cancelar el programa de transbordadores por razones presupuestarias el año 2011, la NASA quedó sin naves propias. Desde entonces, paga a dos compañías privadas para el envío de carga, y depende de las naves rusas Soyuz para transportar a sus astronautas.

Una de estas empresas es Orbital Sciences, que llevarpa ocho cohetes al espacio hasta el año 2017. Se le pagarán 2 mil millones de dólares y el que exploto, era el tercer cohete que enviaban.

Cabe destacar que horas después del accidente en Estados Unidos, una nave rusa llamada Progress 57, fue lanzada exitosamente desde Kazajistán cargada de provisiones para la Estación Espacial Internacional.

Conoce más detalles en el informe adjunto.

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