Comitiva pidió que no busquen a sus hijos muertos pues según ellos, están vivos.
Graves disturbios se registraron a las afueras de la residencia del recién designado gobernador del estado de Guerrero, Rogelio Ortega Martín, luego de que familiares de los 43 estudiantes desaparecidos a manos de grupos armados, derribaran la puerta y trataran de entrar a su morada.
En tanto, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en un intento por apaciguar los acalorados ánimos, recibió a los familiares de los secuestrados quienes fueron enfáticos al exigir a través de Felipe de la Cruz Sandoval, portavoz de padres de desaparecidos, que no buscaran más a sus hijos en bolsas o en basureros, pues ellos estaban convencidos que sus hijos “estaban vivos”.
Las críticas al mandatario han ido en aumento al considerar que éste no actuó a tiempo, y a pesar de que se han realizado más de 50 arrestos, la investigación aun no arroja resultados satisfactorios.
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