Policías agredidos y una sede del PRI quemada dejan como saldo las nuevas protestas.
Luego que peritos internacionales dieran a conocer el parte confirmatorio de que los restos que analizaron no correspondían a ninguno de los estudiantes secuestrados en Iguala, la indignación en México no se hizo esperar.
Grupos de manifestantes, se apostaron en las calles para protestar por lo que acusan como una falta de voluntad del Gobierno y las autoridades para encontrar a los jóvenes desaparecidos.
Sin embargo, este caso de los “43 de Iguala” ha puesto en evidencia las redes de corrupción y sobre todo, el cansancio de la población ante la violencia y el poder ejercido por las mafias de ese país.
Tanto así que las reacciones han llegado a todas partes del mundo, incluido el Vaticano, donde el Papa Francisco declaró que el caso de los normalistas “muestra la realidad dramática de toda la criminalidad que existe detrás del comercio de drogas”, fuente económica vital para las bandas de crimen organizado en México.
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