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“Más que los intereses particulares, hay que buscar el bien del país”, remarcó la autoridad religiosa respecto a la búsqueda de la educación de calidad.

Que la pobreza sea declarada “ilegal” por la ONU en 2018 es el principal objetivo de diversas personalidades que se reunirán este viernes en un seminario en torno a la pobreza. El obispo de Aysén, Luis Infanti, remarcó que el hecho de que la pobreza sea declarada ilegal, implica que en el marco de la celebración de los 70 años de la firma de la declaración universal de los derechos humanos,  la ONU “pueda ayudar a la humanidad entera a tomar conciencia que los derechos humanos hoy día tienen cara de pobre”.

Así remarcó que “no es casualidad” que existan pobres, ya que existe una realidad que los lleva a serlos. “La pobreza es una estructura social, política, económica”, remarcó el obispo de Aysén, quien aseguró que la otra cara de la moneda sería declarar ilegal la extrema riqueza. De ahí que calificó de “escándalo” situaciones como la colusión de las farmacias, pollos, el caso Penta y la situación de La Polar. “La extrema riqueza es fruto de un modelo económico que favorece el enriquecimiento desmedido, que produce pobreza y extrema pobreza, no es casualidad. Es fruto de un modelo económico, político y social, apoyado por leyes, por la Constitución”, destacó.

“La Constitución Política del Estado es la más neoliberal del mundo, que te vende hasta el agua”, agregó.

Además, la autoridad religiosa explicó que es posible de terminar con la pobreza, ya que hace siglos se logró por ejemplo terminar con la esclavitud. “La pobreza hoy es una esclavitud evidente, manifiesta para muchas personas”, destacó Luis Infanti.

Reconociendo que la educación es uno de los puntos trascendentales para lograr este objetivo, el obispo aseguró que es apresurado hacer una reforma con poca participación y aseveró que la Iglesia tiene un interés de construir una sociedad más fraterna, con menos desigualdades y menos pobreza.

“La infraestructura es parte del ambiente educativo de calidad. La Iglesia también hace un servicio al Estado con la educación, ofrece alternativas y posibilidades que, por lo que uno ve, son del agrado de una cantidad de personas y cantidad de familias”, agregó. “Hay que seguir conversando, seguir profundizando, para que todos sintamos que tenemos una responsabilidad social en los bienes y en la calidad de educación, de relación y de platas”, agregó el obispo asegurando que toda la sociedad debe dialogar, dejando de lado los intereses particulares.

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