Los padres de la pequeña Kira la llevaron a la montaña rusa para tener un momento de diversión, pero la niña terminó con el susto de su vida.
Al principio todo era risas, pero en los primeros giros comenzó a sentir el impulso y se aferró como pudo al asiento. Al final terminó diciendo sólo “no quiero ir”, no se sabe si era porque no quería volver a hacerlo o si no quería abandonar el juego.
El volante de 24 años dejó atrás el rechazo inicial en Colo Colo, se consolidó en Fernández Vial y se transformó en figura en Huachipato antes de convertirse en ídolo del Rojo argentino.