El ex presidente ocupará uno de los cargos de mayor importancia dentro del actual gobierno brasileño, otorgándole fuero.
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El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asumirá como ministro de la Casa Civil en medio de la investigación Lava Jato, que lo implica como sospechoso de enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero en el caso Petrobras. Una situación en la que incluso se está pidiendo la prisión preventiva del ex jefe de estado.
Este cargo, que es considerado como el segundo más importante del Ejecutivo brasileño, le otorgaría fuero político a da Silva, lo que le permitiría evitar cualquier condena penitenciaría.
Lula podría llegar a apoyar a Dilma Rousseff, ante la solicitud de la ciudadanía a un impeachment o juicio político contra la mandataria, siendo una de las cartas más arriesgadas del oficialismo, para que esto no ocurra.
Desde la oposición, tres partidos políticos: El Popular Socialista (PPS), Social Democracia Brasileña (PSDB) y Demócratas (DEM), presentaron una demanda ante un tribunal de Brasilia para impedir que Lula llegue al gobierno y que así evite las condenas que podría tener debido a las causas que enfrenta con la justicia.
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