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La emergencia se vive en la provincia de Alberta.
Más de 90 mil personas ya han sido evacuadas, producto de las llamas que han crecido en las últimas horas a causa de los fuertes vientos de hasta 40 kilómetros por hora.
Según las autoridades locales, el área devastada supera los mil kilómetros cuadrados y ha destruido cerca de 1.600 viviendas, sin registrarse víctimas fatales.
Ya se han cerrado diversas plantas eléctricas, gasoductos y proyectos petroleros a causa de la emergencia. Analistas financieros estiman que los daños podrían alcanzar los siete mil millones de dólares.
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