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Por 55 votos a favor y 22 en contra, el Senado de Brasil aprobó el inicio del juicio político contra Dilma Rousseff. La presidenta quedó apartada del cargo por 180 días y en su lugar asumirá su vicepresidente y “enemigo político” Michel Temer.
Cabe recordar que Temer ha sido acusado de “golpista” y “traidor” por la mandataria, y pese a que ha conservado un perfil político discreto, expertos aseguran que su bajo nivel de popularidad dificultarían su permanencia como Jefe de Estado.
Tras ser notificada de su destitución, Dilma Rousseff realizó una declaración pública en el Palacio de Planalto antes de dejar su cargo. La suspendida mandataria descartó haber cometido cualquier tipo de delito y se mostró dolida por ser víctima de un proceso que ha definido como un golpe.
“Sufrí el dolor de la tortura y ahora sufro una vez más”, recalcó.
Por su parte, Temer formó un gabinete compuesto por 9 partidos políticos, incluyendo a dos ministros de Dilma. Además, redujo el gabinete a 24 ministerios e hizo un llamado “urgente” a “pacificar” y “unificar” a Brasil.
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