En Sao Paulo, las autoridades de la ciudad aprobaron el uso de aplicaciones del transporte compartido. De esta forma, las aplicaciones como Uber quedan amparadas por la normativa de esta ciudad, para funcionar sin mayor problema.
La decisión la tomó el alcalde de Sao Paulo, tras las violentas manifestaciones de los taxistas en el frontis del edificio municipal.
Tal como sucede en Chile, los taxistas de Brasil expresaron sus molestias por considerar que la competencia contra las aplicaciones de transporte compartido es injusta.
Por ahora las aplicaciones que quieran funcionar en la ciudad deberán pagar a la administración municipal una tasa de R$ 0.10 (reales) por cada kilómetro recorrido, lo que puede variar por la hora u oferta disponible.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.