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El Gobierno le pedirá a las universidades estatales que absorban la matrícula de los planteles que tengan que cerrar.
Las nuevas exigencias que propone la reforma a la educación superior provocaría el cierre de algunas casas de estudio. Por esto, el Ejecutivo espera que las instituciones del Estado integren a los alumnos que se vean perjudicados.
Así, la matrícula en este tipo de establecimientos aumentaría de un 14 hasta un 50 por ciento del sistema, tal como lo plantea el proyecto.
Durante la sesión de la Comisión de Educación, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, señaló que durante la transición de este proceso, puede haber una reestructuración y absorción importante de estudiantes, lo que generaría la oportunidad para que el mundo estatal crezca.
No obstante, mientras el Gobierno sostiene que el tema se verá en el parlamento, la medida ya fue rechazada por los rectores del Cuech, ya que sostienen que tendrían problemas para incorporar un número tan importante de estudiantes en sus establecimientos. Asimismo, universidades privadas también tienen la misma postura y cuestionan que exista un “apoyo económico especial” a universidades estatales con menos años de acreditación.
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