Verguenza, bochorno, politiquería, fiasco. Todos calificativos para el fracaso de la ley exprés por el padrón electoral. Lo llamativo es que todas esas expresiones salieron de boca de personeros de la Nueva Mayoría contra su propio gobierno.
La crisis en La Moneda es total. Ante la sublevación de sus propios parlamentarios, tuvo que retirar el proyecto que había presentado sólo horas antes y que debía votarse hoy en la Cámara.
Es que ni diputados ni senadores estuvieron dispuestos a asumir el costo de aprobar un proyecto exprés, sin discusión a fondo,. con numerosos puntos pendientes y dudas sobre su constitucionalidad.
Así, la bomba estalló en el corazón de La Moneda. La oposición y también muchos en el oficialismo exigen redsponsabiliaddes políticas, y apuntan, con distintos énfasis, a la ministra de Justicia, el secretario de la Presidencia e incluso al jefe de gabinete.
La desprolijidad e ineficiencia de quienes debían solucionar este entuerto quedó a la vista durante todo este episodio: reaccionaron tarde y mal, amte un problema que pudo y debió enfrentarse a tiempo.
¿Habrá renuncias en el registror civil, en el Sevel, e incluso un cambio de gabienete?. Tal vez. Pero nada de ello solucionará lo más grave: que a miles de chilenos se les negará su derecho democrático mnás importante: el derecho a elegir las autoridades de su comuna este domingo.
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