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El jugador de baseball japonés, Shohei Ohtani, se robó la película jugando de local en un amistoso entre el equipo de su país frente a Holanda previo al World Baseball Classic. 

Cuando todas la expectación estaba situada sobre él, conectó un bateo sin precedentes al sacar la pelota del estado a través del techo del recinto ante la mirada atónita de espectadores y compañeros.

¿Home Run? No. Pese a complicar a todos los jueces, se sentenció un “ground rule double”, es decir, avanzar dos bases por acción de las denominadas “ground rules”.

Estas últimas hacen alusión a cualquier objeto o aparatos que pertenecen a los diferentes estadios de Baseball (cámaras de TV, cables, barandas de los estadios, pantallas, etc.) y que están previamente estipulados en las reglas por si uno de ellos interfiere en la jugada haciendo que la pelota salga del terreno. 

Las reglas de la MLB, extremadamente específicas, identifican qué hacer cuando cada objeto diferente interactua con una bola en juego, ello incluye los techos retráctiles. En este caso, el Tokyo Dome presenta un cielo techado con una membrana flexible que mantiene su forma por la presión del aire al interior del estadio, y ante la imposibilidad de determinar la trayectoria de la pelota que voló por los aires, se determinó no otorgar un Home Run.

El caso de Ohtani se suma a una lista de hazañas personales que lo tienen como la gran superestrella del baseball japonés. Como pitcher, su posición nativa, rompió el récord de velocidad en su país con un lanzamiento de 163 km/h, siempre cumpliendo un gran desempeño.

Sin embargo, en su sorpresivo salto al bate, logró incluso ganar el Derby de Home Runs de la liga japonesa. Como reportearon medios nipones en ese entonces, incluso el mismo Ohtani se sorprendió de que lo seleccionaran siquiera para participar en ese torneo.

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