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Era evidente, no hacía falta ninguna filtración para saberlo. Desde el momento en que el abogado Acosta dijo que habían entregado todos los antecedentes “pertinentes” era obvio que no habían entregado todos los que les pidió el Fiscal Manuel Guerra.

Y en especial no, los correos entre Nicolás Noguera Gerente de Bancard y  Sebastián Piñera Morel, hijo del ex Pdte.

O sea no se dice una mentira, pero sí una verdad a medias. Y hoy se insiste en esta estrategia de medias verdades.

Cuando se publica que los famosos correos del caso de la pesquera peruana  no fueron entregados a la Fiscalía, el ex Mandatario responde que “no hay ocultamiento de información”, que no es lo mismo que decir que sí se pasaron los emails.Y, como han hecho otros, en vez de responder los cuestionamientos de fondo se intenta distraer la atención. Chuteando al corner y reclamando contra las filtraciones. Ahora, imputarle a los fiscales que quieren enlodar a Sebastián Piñera es un exceso.

Una estrategia bastante burda, repetida y que no cambia el fondo de este asunto: si no hay nada que temer, ¿por qué no se entregan los antecedentes?.

Podremos creerle a Sebastián Piñera que él no administra Bancard, pero eso no le impide, instruir a sus encargados para que entreguen esos correos que asegura que no lo comprometen.

El estándar de máxima y no el de mínima transparencia es el que se exige a todos quienes aspiran a La Moneda.

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