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El brasileño Deyverson, en el calentamiento entre el Athletic y Alaves, tuvo un desafortunado episodio. Esto, ya que uno de sus disparos se fue a la grada, lugar donde golpeó a uno de los niños asistentes.
Luego del impacto, el menor rompió en lágrimas, por lo que el jugador subió rápidamente a pedir disculpas y entregarle consuelo. Un gesto que fue ampliamente aplaudido por el mundo del fútbol.
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