Se trata del partido que todos querrían ver en 2017, pero que absolutamente nadie podría haber anticipado para el desenlace de este Abierto de Australia 2017. Ya lo dijo Roger Federer tras su victoria sobre Stan Wawrinka: “Hace unos meses (Con Rafa), no estábamos para jugar ni un partido de caridad”. Y es cierto, ambos superaron lesiones, períodos de inactividad y el inevitable paso del tiempo, para volver a lo más alto de un torneo de Grand Slam.
Esta esperada final se concretó, luego que Rafael Nadal venciera este viernes al búlgaro Grigor Dimitrov, por un dramático 6-3, 5-7, 7-6 (5), 6-7 (4) y 6-4, en casi cinco horas de partido.
De esta manera, el próximo domingo a las 5:30 de la mañana de Chile los dos más ganadores de torneos de Grand Slam y dominadores del circuito por más de una década, buscarán una corona que no llega para Federer desde Wimbledon 2012 y para Nadal desde Roland Garros 2014.
Se han medido 34 veces en su carrera, de las cuales el español ganó 23 y el suizo solamente 11. De ellas, 21 fueron finales, ocho se dieron en finales de Grand Slam, donde la ventaja también es para Nadal por 6-2.
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