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Tres de los 5 imputados por el ataque al cuartel de la PDI en 2014, fueron condenados por el delito frustrado de incendio en lugar habitado, mientras que los otros dos fueron dejados en libertad.
Manuel Espinoza Espinoza, Felipe Román Toledo y Víctor Zúñiga Quijada fueron condenados, según el fiscal jefe de Ñuñoa-Providencia, Felipe Sepúlveda, con la ayuda de pruebas de ADN dada la falta de testigos en el sitio del suceso.
Luego de la audiencia, un grupo de manifestantes que llegaron en apoyo de los jóvenes, provocaron disturbios y agredieron a la prensa.
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