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Fue el héroe, y lo aplaudieron hasta no poder más. Nicolás Castillo salvó a Pumas de caer frente a Tijuana, y es que el chileno sacó una tijera furiosa dentro del arco para acercar a su escuadra en el marcador, para después meter una diagonal con la que empató las cifras.

Los relatores mexicanos lo adoran por sus jugadas, razón por la que ya lo apodaron el Zlatan chileno.

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