El mundo y en especial los animalistas, están de luto. Esto luego que el Océano Antártico se tiñera de rojo después de que una flota japonesa matara a 333 ballenas de entre las cuales, 207 estaban preñadas.
Japón se excusó diciendo que el consumo de la carne de ballena es parte de su cultura y que además, estas especies no están en peligro de extinción.
Esto no para aquí ya que el país nipón pretende cazar cerca de 4 mil ballenas en los próximos 12 años. Su justificación para hacer esto es que están realizando una investigación para lograr revivir la cacería comercial de estos animales.
Lo más desolador es que la población japonesa ya no consume carne de ballena.
Uno de los responsables de la agencia japonesa de pesca indicó que paralelamente a la caza, los pescadores llevaron a cabo investigaciones no letales, que incluyen la extracción de muestras de piel y la fijación de sistema GPS en algunos ejemplares para “estudiar los itinerarios de migración”.
La matanza de ballenas en Japón disfrazada de investigación científica;
Japan kills more than 300 whales (…) https://t.co/DWeD4JG2kW
— eagleT1G (@eagleT1G) 31 de marzo de 2017
Podemos poner freno a la matanza de ballenas. #Japón #IWC66 #IWC https://t.co/t3FzPlm3FK vía @Avaaz pic.twitter.com/kF6zt09kXS
— #QuieroVerBenTV (@kalikatres72) 25 de octubre de 2016
Pese a la moratoria y bajo la excusa de “motivos científicos” la matanza de estos cetáceos continúahttps://t.co/qtHea2DRwM
— Tech (@fractaltech) 31 de marzo de 2017
#MedioAmbiente Un millón y medio de activistas manifiestan condena a Japón por matanza de ballenas https://t.co/ScVQFkySSN pic.twitter.com/goOGkpIIs2
— informa-tico.com (@informa_tico) 8 de noviembre de 2016
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