Finalmente, Sebastián Piñera dio a conocer la fórmula de fideicomiso para enfrentar sus conflictos de interés en la carrera a La Moneda.
Tiene razón Piñera cuando dice que su anuncio va más allá de lo que le exige la ley; una ley extremadamente blanda, que ni siquiera contempla las inversiones fuera de Chile.
Es cierto también que este fideicomiso es más completo que el de 2009, que dejó fuera la mayor parte de la fortuna de Piñera: ahora sí incluye sus inversiones en sociedades anónimas extranjeras, y también su esposa y sus hijos constituirán fideicomisos.
Además, tanto el ex presidente como Cecilia Morel se retiraron de las sociedades que controlaban junto a sus hijos. Pero, con todo, lo anunciado hoy deja grandes vacíos. Tan grandes, que este fideicomiso no asegura que no se repitan casos como Exalmar.
Es que los hijos Piñera-Morel sólo harán fideicomisos de sus inversiones en sociedades anónimas abiertas que se transen en Chile. Aunque se coomprometieron a no invertir fuera de Chile en áreas que pudieran generar conflictos de interés no habrá fideicomiso para los dineros en el extranjero de los hijos del ex presidente.
Por lo tanto, sus sociedades -como Bancard- podrían volver a hacer negocios en empresas foráneas que no se transen en Chile como fue la pesqueraperuana Exalmar. Tampoco se asegura que no haya más negocios de la familia Piñera en paraísos fiscales, ni otras inversiones que puedan significar conflictos de interés.
Su propio ex ministro Harald Beyer le había propuesto a Piñera dos soluciones definitivas: o transparentar todas las inversiones, o entregarlas todas a una institución internacional.
El camino que ha anunciado hoy el Ex Pdte es un avance, pero uno que no cerrará este flanco incómodo para su candidatura.
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