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[CNN Español] Las Fuerzas Armadas de Filipinas han desatado una serie de ataques aéreos en un esfuerzo para recuperar el control total de una ciudad, de mayoría musulmana, que fue invadida la semana pasada por los combatientes afiliados a ISIS.

Más de un centenar de residentes de Marawi, en la isla meridional de Mindanao, han muerto y 70.000 han huido de la ciudad de 200.000 habitantes desde que combatientes del grupo militante islamista de Maute entraron en la ciudad y se enfrentaron con el Ejército y la Policía.

“Los ataques aéreos de precisión están siendo usados para prevenir daños colaterales y empleados en objetivos específicos de resistencia para proteger a nuestras tropas y acelerar el despeje de la ciudad de elementos terroristas que continúan resistiendo”, dijo este martes el portavoz militar Brigadier General Restituto Padilla, según la agencia de noticias oficial de Filipinas.

El asedio de Marawi se desarrolló a medida que los musulmanes de todo el mundo comenzaron a celebrar el mes sagrado del ramadán. Mindanao tiene una significativa población musulmana, aunque Filipinas es un país predominantemente católico.

Los militantes de Maute incendiaron iglesias y otros edificios al entrar en la ciudad, izando la bandera del autodenominado Estado Islámico al que le juraron lealtad el año pasado.

Tiroteos esporádicos se oyeron durante el día mientras los helicópteros sobrevolaban la ciudad, aseguró un testigo a CNN.

La semana pasada, las familias empacaron sus pertenencias en automóviles y provocaron grandes congestionamientos de tránsito mientras trataban de escapar de los combatientes respaldados por ISIS, aseguraron los residentes a CNN en ese momento.

Zonas de la vecina ciudad de Iligan están bloqueadas, con un toque de queda nocturno, para evitar que los combatientes se muden, según un comunicado publicado en la página oficial de la ciudad en Facebook.

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