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Inapelable, así fue la victoria de Sebastián Piñera. Ganó con un 58% de los votos y 20 mil sufragios más que Longueira y Allamand juntos en 2013.

Un triunfo que tiene además el aderezo de que entre ambos bloques lograron movilizar a 1 millón 745 mil personas.

300 mil menos que cuando competió la Nueva Mayoría y la centro derecha eñ 2013, pero muy muy por sobre los pronósticos para esta primaria.

El Frente Amplio, en cambio, no puede sacar cuentas alegres. Como reconoció Gabriel Boric tuvieron un resultado más bajo que el esperado e insuficiente para ser una amenaza real, al menos por ahora, para la Nueva Mayoría,.

Aunque Beatriz Sánchez diga que el oficialismo les tema, la verdad es que su votación y la de Mayol juntos es menos que la de Ossandón y en una primera vuelta como la de 2013 no representaría más que el 5%.

A pesar de lo anterior se instalaron, son relevantes y la Nueva Mayoría sabe que sin ellos no gana a Piñera.  

Así como el ex Presidente sabe que tiene que negociar con Ossandón porque los 372 mil votos que obtuvo en zonas además en general populares será claves en una primera y segunda vuelta.

Mientras, Guillier llamó a dormir la siesta, hacer un asado y ver el partido.  1 millón 745 mil chilenos que decidieron sufragar le demostraron que ni él ni la NM pueden seguir durmiendo la siesta que significó salir del centro de la escena durante todo este proceso de primarias que sí lograron convocar.

 

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