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Uno de los debates más apasionados de los últimos años en Chile tuvo esta madrugada un momento decisivo. El Senado aprobó la despenalización del aborto en 3 causales.

Tras una discusión tan encarnizada, es bueno revisar qué es lo que realmente se aprobó.

Según la nueva ley, el aborto NO será delito solo en 3 casos: por riesgo de vida de la mujer, porque el feto es inviable, o en caso de violación. 

Esas son las únicas 3 causales. No se aprobó el aborto eugenésico, que permita interrumpir el embarazo si el feto tiene alguna malformación no letal o alguna discapacidad como síndrome de Down.

Tampoco se aprobó el aborto libre, que rige en muchos países de Europa y en Estados Unidos, donde la mujer puede interrumpir su embarazo por su voluntad hasta cierta semana de gestación. Eso seguirá siendo delito en Chile.

Una ley demasiado amplia para algunos, insuficiente para otros, pero que tiene un respaldo mayoritario de acuerdo a las encuestas, y con la cual el gobierno cumple uno de sus compromisos de campaña.

Aunque la última palabra, no la tendrán ni los ciudadanos, ni los parlamentarios ni el gobierno, sino el Tribunal Constitucional que deberá decidir si da la luz verde o no para convertir este proyecto en ley. 
 

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