Según informó el periódico surcoreano The Chosunilbo, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, habría presionado a su par estadounidense, Donald Trump, para que entre ambos planearan una guerra rápida para contrarrestar las persistentes amenazas de Corea del Norte.
El Ministerio surcoreano de Defensa entregó un dossier al presidente Moon, cuyo contenido revelaba un “agresivo plan de acción de guerra” ideado por altos mandos castrenses surcoreanos, informó también Business Insider.
Este documento desarrollaría un plan pormenorizado de cómo el Ejército surcoreano, con la asistencia de sus colegas estadounidenses, pretende proyectar una contienda bélica de carácter exprés contra Corea del Norte y, de esta forma, sorprender a los militares norcoreanos, impidiéndoles responder ante tales acciones.
Durante algún tiempo, Corea del Sur ha estado entrenando a una “fuerza de decapitación”, cuyo objetivo final era atacar y aplastar al “régimen del líder norcoreano, Kim Jong-un”, esta fuerza especializada surcoreana estaría recibiendo entrenamiento de la unidad especial “Navy SEAL Team 6” de la Marina estadounidense. Sin embargo, el informe señala que ahora, con una Corea del Norte cada vez más audaz y precavida, puede que tales medidas no tengan el efecto deseado, por lo tanto, para acabar con Pyongyang, haría falta una acción rápida.
Por otra parte, el Pentágono baraja desplegar el portaaviones nuclear estadounidense USS Carl Vinson o el USS Ronald Reagan en las inmediaciones de la península de Corea.
Al mismo tiempo, existen muchos altos mandos militares de EE.UU. y de Corea del Sur que rechazan una posible intervención en Corea del Norte, pues sostienen que Pyongyang podría contraatacar con un variopinto número de armas no convencionales y cargadas potencialmente con ojivas nucleares.
Desde países como Reino Unido, Alemania, Francia, España, han reconocido que la situación se encuentra en un punto de tensión extrema por lo que se han encendido las alarmas a nivel mundial.
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