{"multiple":false,"video":[]}

45 puntos de rating. El debate de anoche fue un momento único para que los 8 candidatos pudieran hablarle directamente a millones de votantes.

Y en parte, cumplieron. En casi 3 horas de programa, plantearon propuestas en áreas como delincuencia, salud, educación y pensiones.  

Hubo momentos más álgidos que otros, como las provocaciones de MEO a Guillier, la errada atribución de una frase a Lenin, o un gráfico al menos engañoso, que mostró varias veces Piñera.

Pero, también hay que decirlo, de debate hubo muy poco. No por culpa de los periodistas ni de los candidatos, sino por un formato rígido que más bien contemplaba entrevistas paralelas.

El valor de estas instancias debiera ser que los candidatos pudieran confrontarse directamente, mostrando diferentes contenidos, pero también estilos y personalidades diversas, y distintas maneras de reaccionar a la presión que implica estar ahí.

Todo eso entrega información invaluable a los electores. Y ese servicio a los ciudadanos debería ser la única consideración a la hora de pensar el formato de estos encuentros.

 

Tags:

Deja tu comentario