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En 2013 una mujer, quien decidió cambiarse el nombre y darse a conocer como “Jane Doe”, terminó con su novio de ese entonces, David K. Elam quien comenzó a publicar fotografías y videos sexuales de ella en varios sitios web dedicados a la pornografia.

Como si fuera poco, el despechado hombre robó su identidad en foros de citas.

Según consigna el  New York Times este hombre comenzó a obsesionarse con ella, a tal nivel que la amenazó con “hacerle la vida tan miserable que querría matarse”.

La mujer decidió demandarlo, sobre todo cuando sus videos y fotografías ya llevaban tiempo difundidos en la red.

El proceso no fue fácil, en 2015 los abogados que la representaron se retiraron del caso, luego debieron pasar casi tres años más para que el Tribunal de California diera su veredicto.

Tras comprobarse el daño moral y psicológico permanente al que fue sometida “Jane Doe”, el Tribunal le otorgó una cantidad de 6.4 millones de dólares el 4 de abril pasado, para indemnizarla.

La abogada especializada en privacidad, Elisa D’Amico explicó al New York Times que “la ley en esta área es imperfecta; ha estado rezagada con respecto a la tecnología (…) Muchas veces las personas se dedican a culpar a las víctimas, pero cuando las imágenes se comparten dentro de los límites de una relación privada, se reconoce que ahí existe el derecho a la privacidad“.

 

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