{"multiple":false,"video":[]}

Una vez más Jorge Abott critica a los ex fiscales Gajardo Y Norambuena. Ahora dijo que se los había comido el personaje. El Fiscal Regional Emiliano Arias los defendió y sostuvo que era el éxito en causas relevantes lo que hacía conocidos a los fiscales.

Pero no hay que perder el centro. Aquí lo menos relevante es lo que piense el Fiscal Nacional sobre sus actuales o pasados subalternos, lo grave es su insistencia en que hay que considerar que las investigaciones pueden alterar los quórums del Parlamento.

Según Abott, desaforar a un legislador afecta la soberanía popular al cambiar las mayorías que establecen los ciudadanos con su voto. En nuestra opinión, se equivoca.

Lo que altera la democracia es cuando se compite y gana un cargo en desigualad de condiciones recibiendo financiamiento ilegal. Quien tuerce la soberanía popular es aquel parlamentario que se corrompe y escribe o vota leyes respondiendo a intereses espúreos.

A diferencia de Abott, esperamos que los fiscales no tengan ninguna consideración extrajudicial. Porque la mejor forma de cuidar la democracia es perseguir sin miramientos la corrupción que la socava. Porque la democracia se basa en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Porque no existe una verdadera democracia sin Justicia. Y la Justicia o es ciega, o no es justicia.

Tags:

Deja tu comentario