El sujeto fue reconocido como Aaron Schlossberg, de 42 años, quien ejerce como abogado en Manhattan.
Tras el amplio rechazo que generó el video, ciudadanos norteamericanos comenzaron una recaudación de fondos en GoFundMe para así contratar mariachis para tocar frente a su casa, lo que se concretó el pasado viernes.
Lo que comenzó como una protesta a los dichos de Schlossberg terminó siendo una fiesta en la calle, como le han llamado en redes sociales, mientras todos coreaban “Canta y no llores”.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.