El Congreso del recambio: Quiénes llegan, quiénes se van y cómo podría cambiar el poder legislativo

Por Michel Nahas Miranda

16.11.2025 / 07:00

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Las elecciones parlamentarias de 2025 marcarán el inicio de una nueva legislatura para la Cámara de Diputadas y Diputados (2026–2030), y de un nuevo ciclo de ocho años para las regiones donde se renueva el Senado. Con una oferta electoral fragmentada, liderazgos inesperados y figuras de alto perfil, los partidos intentan posicionar cartas que no solo aseguren escaños, sino que redefinan sus bloques.


Si bien este domingo las miradas y la atención de la mayoría de los chilenos estará puesta en la elección presidencial, los comicios también tendrán una disputa paralela: La conformación del nuevo Congreso.

Se renueva la Cámara de diputados y la mitad del Senado. Un proceso que será clave, ya que de la elección popular se determinará al parlamento que acompañe al nuevo gobierno en la tramitación de reformas clave.

Con bloques divididos, umbrales legales reactivados y liderazgos en crisis, la disputa legislativa se instala como terreno de prueba para la política que viene.

El voto obligatorio: Un agente clave a considerar para estas elecciones parlamentarias

Uno de los factores clave en la elección de este domingo será el comportamiento del nuevo electorado: según el Servel, más de 15,7 millones de personas están habilitadas para votar, incluyendo 886 mil extranjeros —con venezolanos, peruanos y colombianos como grupos más numerosos— y más de 160 mil chilenos en el exterior. Además, el regreso del voto obligatorio incorpora a cerca de cinco millones de electores que no solían participar.

Este segmento, descrito por el experto en datos Cristóbal Huneeus como uno de los desafíos más complejos para los comandos electorales, se caracteriza por menor interés en la política institucional y alta exposición a redes sociales como principal fuente de información. Para todas las coaliciones, descifrar sus motivaciones será clave.

La Región Metropolitana será el foco competitivo

La Región Metropolitana, que concentra 47 de los 155 escaños de la Cámara —casi un tercio del total—, se perfila como uno de los principales epicentros de competencia. Allí, el Distrito 10 anticipa un duelo simbólico entre Irací Hassler (PC) y José Antonio Kast Jr. (Partido Republicano) como una disputa por el sentido político de Santiago y Ñuñoa.

Como ha planteado el periodista y analista Sebastián Rivas, los siete distritos de la RM condensan buena parte de la apuesta de los partidos por figuras con alto conocimiento público. En un escenario de voto obligatorio, la visibilidad y la capacidad de arrastre pesan tanto como la militancia histórica.

El Partido Republicano llega a esta elección con el objetivo de consolidar su bancada y proyectar influencia decisiva. Lo hace en la lista Cambio por Chile, integrada por Republicanos, Partido Nacional Libertario, Partido Social Cristiano e independientes, en competencia directa con Chile Grande y Unido (RN, UDI, Evópoli, Demócratas e independientes), Unidad por Chile (PS, Frente Amplio, PC, DC, PPD, PL, PR e independientes), además de los pactos Verdes, Regionalistas y Humanistas e Izquierda Ecologista Popular Animalista y Humanista, inscritos ante el Servel.

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Senadores que no siguen y un mapa abierto en la Cámara Alta

A diferencia de la Cámara de Diputadas y Diputados —que se renueva por completo—, el Senado se renueva de forma parcial. En 2025 se eligen 23 senadores en siete regiones: Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Valparaíso, Maule, La Araucanía y Aysén. El resto del país —incluidas Antofagasta, Coquimbo, O’Higgins, Biobío, Los Lagos, Magallanes, Metropolitana y Los Ríos— no tendrá elección senatorial en este ciclo.

Según el desglose de candidaturas y el recuento realizado por medios como T13, 14 senadores no buscarán la reelección, ya sea por límite legal, decisión política o definiciones internas. Entre ellos figuran:

  • Jorge Soria (PPD) en Tarapacá.
  • Francisco Chahuán (RN) y Ricardo Lagos Weber (PPD) en Valparaíso, inhabilitados por límite de reelección.
  • Kenneth Pugh (ind.-RN) y Tomás De Rementería (PS) en Valparaíso, quienes optan por otros caminos políticos.
  • Juan Antonio Coloma Correa (UDI) y Rodrigo Galilea (RN) en Maule.
  • José García Ruminot (RN), Felipe Kast (Evópoli), Jaime Quintana (PPD) y Carmen Gloria Aravena (ind.) en La Araucanía.
  • David Sandoval (UDI) en Aysén.
  • Ximena Rincón (Demócratas), cuya candidatura fue rechazada por el Tricel, queda fuera de la contienda senatorial.

Este recambio abre espacios para liderazgos nuevos y para figuras con trayectoria en la Cámara o en la política local, lo que incrementa la incertidumbre sobre la correlación de fuerzas en la Cámara Alta.

Del Senado a la Cámara y de la Cámara al Senado

La elección 2025 refuerza una tendencia: la rotación entre cámaras y el uso estratégico del territorio. Parte de los senadores que dejan sus escaños apuesta por competir en la Cámara de Diputados, mientras diputados consolidados y exconvencionales buscan ocupar cupos en el Senado o en distritos donde ya construyeron base electoral.

Esta dinámica, apuntada por analistas como Pepe Auth, refleja dos fenómenos: la dificultad de los partidos para renovar cuadros con arraigo competitivo y la intención de preservar capital político en zonas donde ciertos nombres ya cuentan con reconocimiento, organización y redes locales.

Rostros mediáticos y figuras del proceso constituyente

Frente a un electorado ampliado y menos ideologizado, los partidos incorporan figuras conocidas fuera de la política tradicional, con la expectativa de captar votantes que se informan principalmente a través de la cultura pop, el deporte y las redes sociales.

En ese mapa aparecen, entre otros, Marlén Olivari y Jorge “Peineta” Garcés como candidatos a diputación por el Distrito 7 de Valparaíso en la lista de Chile Grande y Unido; Gonzalo Egas, carta de Demócratas Chile en el Distrito 8; y Giovanna Grandón, la “Tía Pikachu”, candidata a diputada por el Distrito 12 en el pacto de FRVS y Acción Humanista.

También ingresan nombres vinculados al proceso constituyente. En distritos clave figuran exconvencionales como Jaime Bassa en Valparaíso, además de liderazgos surgidos de movimientos sociales y del mundo regional, que buscan proyectar la discusión constitucional hacia la agenda legislativa. La competencia incluye así una mezcla de especialización temática, despliegue territorial y alto perfil mediático.

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Una reconfiguración en las alianzas políticas

El reordenamiento del sistema de partidos se expresa en los pactos y en las disidencias internas. Cambio por Chile agrupa al mundo conservador encabezado por Republicanos; Chile Grande y Unido reúne a Chile Vamos y Demócratas; Unidad por Chile concentra al eje oficialista PS–Frente Amplio–PC, más la DC y partidos históricos de centroizquierda; mientras Verdes, Regionalistas y Humanistas e Izquierda Ecologista Popular Animalista y Humanista articulan apuestas territoriales y de nicho.

Candidaturas como la de Jorge Sharp en Valparaíso, fuera del pacto oficialista tradicional, o la de exconvencionales que hoy compiten desde listas alternativas, ilustran la fragmentación y la competencia dentro del propio campo progresista. En zonas como Valparaíso y Concepción, esta dispersión del voto puede abrir espacio a doblajes o ventajas tácticas para la derecha o para proyectos más ordenados en términos de coalición.

El método D’Hondt: Otro factor que podría ser fundamental para la reconfiguración del Parlamento

Los escaños se distribuyen mediante el método D’Hondt, que premia el rendimiento de cada lista por sobre la votación aislada de candidatos individuales. Un buen desempeño colectivo aumenta las probabilidades de obtener cupos adicionales y facilita fenómenos de “arrastre”, en los que una figura fuerte permite la elección de compañeros de lista con menos votos.

Al mismo tiempo, el sistema mantiene exigencias de paridad de género en la conformación de las listas y contempla incentivos al financiamiento vinculados a la elección de mujeres, lo que obliga a todas las coaliciones a cuidar su equilibrio interno y no solo la popularidad de sus liderazgos masculinos.

En este escenario, la combinación de voto obligatorio, reordenamiento de pactos, recambio en el Senado y reglas proporcionales define una elección donde pocos escaños pueden inclinar la balanza y condicionar el margen de acción del próximo gobierno.

Otra proyección sobre la composición del próximo Congreso

De acuerdo con un estudio elaborado por Imaginacción Asuntos Públicos, la elección parlamentaria del 16 de noviembre podría consolidar una mayoría opositora en el Senado, con una proyección de 15 escaños frente a 8 del oficialismo. Actualmente, la oposición controla 13 de los 23 cupos en disputa, por lo que el análisis anticipa un fortalecimiento de esa tendencia.

El informe identifica diferencias territoriales marcadas. En el norte del país (Arica, Tarapacá y Atacama) se prevé un escenario equilibrado entre bloques, determinado más por la fuerza individual de figuras locales que por las marcas partidarias. En cambio, el centro-sur —con regiones clave como Valparaíso, Maule y La Araucanía— aparece como terreno favorable para las listas opositoras Chile Grande y Unido y Cambio por Chile. En el extremo sur, Aysén se proyecta como una elección cerrada, donde el resultado tendría alto valor simbólico.

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Entre las candidaturas destacadas figuran el diputado Vlado Mirosevic (PL), quien tendría ventaja en Arica; Renzo Trisotti (REP) y Danisa Astudillo (PS) en Tarapacá; Daniella Cicardini (PS) y Nicolás Noman (UDI) en Atacama; y José Miguel Insulza (PS) y Arturo Squella (REP) en Valparaíso. En Maule, el estudio prevé una competencia reñida entre Paulina Vodanovic (PS), Juan Antonio Coloma Álamos (UDI) y Juan Castro Prieto (PSC).

El documento apunta además que la fragmentación de las coaliciones y la desafección ciudadana podrían afectar la capacidad del oficialismo para retener su representación, en particular en circunscripciones donde varios incumbentes no se presentan a la reelección. Por el contrario, las listas opositoras muestran mayor cohesión y continuidad territorial, un factor que podría traducirse en mejores rendimientos en el sistema proporcional D’Hondt.

En conjunto, las proyecciones de Imaginacción delinean un Congreso más polarizado, con un Senado inclinado hacia la oposición y una Cámara de Diputados que mantendría un equilibrio inestable, donde pequeños movimientos de votación podrían alterar las mayorías legislativas del próximo gobierno.