Navidad: ¿Cuál es la verdadera historia de su origen?
Millones de cristianos celebran este 25 la Navidad, pero en la Biblia no hay mención a una fecha específica del nacimiento de Jesús. ¿Cómo surgió la festividad?
Este fin de semana comienza el horario de verano y los relojes deberán adelantarse una hora. Expertos de la Universidad de Chile explican cómo estos cambios pueden afectar el sueño y entregan consejos para adaptarse mejor.
Este domingo 7 de septiembre comenzará el horario de verano. Esto implica que a las 23:59 horas las personas deberán adelantar sus relojes a las 01:00 horas del domingo.
La medida se aplicará en todo el país, exceptuando la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, además de la Región de Aysén.
El neurólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, Gabriel Abudinén, explica que la razón por la que este ajuste nos afecta es que “biológicamente hablando, nosotros también tenemos un reloj. Es un reloj biológico que está en el centro de nuestro cerebro y que se llama núcleo supraquiasmático. Este ordena nuestras transiciones para el despertar y el dormir, de manera que funcionen correctamente, sin despertar con fatiga ni tener dificultades para conciliar el sueño”.
“¿Qué pasa si ese reloj se desregula porque cambiamos el horario externo? Eso genera problemas de insomnio y despertares con mucha fatiga y ganas de seguir durmiendo”, añade Abudinén.
En tanto, el neurólogo y académico del Departamento de Neurología y Neurocirugía Norte de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Pablo Salinas, complementa que estas modificaciones “alteran el esquema de sincronización que existe entre el consenso social sobre el tiempo —la hora oficial— y los ciclos de luz y oscuridad determinados por la rotación del planeta”.
“El problema es que las personas regulan sus actividades diarias en base a ese consenso llamado hora oficial. Si este se desincroniza con los ciclos de luz y oscuridad, hay que readaptarse a esa nueva combinación, y esa adaptación requiere unos tres o cuatro días”, detalla Salinas.
La académica del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile, Margarita Bórquez, plantea que “la primera recomendación sería no cambiar el horario en lo absoluto. Eso permitiría tener luz más temprano en la mañana, coincidente con el despertar, favoreciendo así la sincronización circadiana entre el ambiente y nuestro reloj interno (endógeno)”.
De todos modos, la experta entrega consejos prácticos para enfrentar el cambio de hora y mantener una buena higiene del sueño:
“Todo esto es importante porque, si una persona mantiene horarios regulares de ejercicio, alimentación y descanso, estos se convierten en buenos sincronizadores circadianos. En el contexto del cambio de hora, pueden ayudar a disminuir el impacto, adelantando de forma paulatina los horarios durante la semana previa. Por ejemplo, si acostumbro dormir a las 23:00 horas, podría adelantar a las 22:45 el primer día, luego a las 22:30 el siguiente, y así sucesivamente”, recomienda Bórquez.
Millones de cristianos celebran este 25 la Navidad, pero en la Biblia no hay mención a una fecha específica del nacimiento de Jesús. ¿Cómo surgió la festividad?