Debate feminista: ¿Tiene algo que ver el veganismo con el movimiento por la equidad de género?
Por Paula Lepe
06.03.2020 / 21:59
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79% de las personas que no consumen lácteos ni huevos en Estados Unidos son mujeres. Si bien hay un sector del feminismo que no ve ninguna relación con las formas de violencia que sufren vacas y gallinas, las antiespecistas sostienen que el movimiento debe ocuparse de cualquier relación de dominio.
“Sólo después de que me volví activa en los problemas de las mujeres, me di cuenta de que mi veganismo estaba relacionado con esos mismos problemas. Los productos lácteos y los huevos no sólo provienen de vacas y pollos, sino de vacas y pollos hembras. Estamos explotando cuerpos femeninos y abusando de la magia de las hembras”.
Con esas palabras la actriz Natalie Portman describió frente a 16 mil estudiantes en abril de 2019 la relación que tiene para ella el veganismo con el feminismo. La protagonista de Cisne Negro (2010) se ha convertido en una referente de la lucha contra el acoso en Hollywood y en febrero llamó la atención en la alfombra roja de los Oscar al aparecer con una túnica que tenía bordados los nombres de las cineastas que no fueron nominadas por la Academia en la categoría de Mejor Dirección.
Así como Portman, existe un sector del feminismo que ha planteado como ineludible la relación con el veganismo. ¿Qué tan cierto y necesario es este vínculo?
Más mujeres veganas que hombres
De acuerdo a TopRNtoBSN.com, el 79% de los veganos en Estados Unidos son mujeres. ¿Por qué la diferencia por género es tan grande?
Ignacia Uribe, fundadora de Vegetarianos Hoy, explica a CNN Chile que hay estudios que comprueban que los hombres asocian el consumo de carne con la masculinidad: “Eso viene de la antigüedad, del macho proveedor. Hoy en día los hombres comen carne y se sienten masculinos, pero ellos no cazaron ese animal ni lo mataron con sus propias manos, sino que le están pagando a otra persona para que lo haga. Eso no tiene nada que ver con la masculinidad”.
There are millions of reasons to be dairy-free. Here is one of them 💔This video showing a cow chasing after a trailer was sent to SAFE by a concerned member of the public. In the dairy industry cows are impregnated every year, with calves taken from their mothers so humans can have their milk. In NZ up to two million are sent to slaughter at 4 days old, as 'wastage'.Choose kindness. Choose dairy-free.
Publicado por SAFE en Martes, 14 de noviembre de 2017
Joaquin Phoenix recordaba en su discurso al aceptar el Oscar a Mejor Actor que beber un vaso de leche no es un acto inocuo: “Nos sentimos con derecho a inseminar artificialmente a una vaca y robar a su bebé, a pesar de que sus gritos de angustia son inconfundibles. Luego tomamos la leche que está destinada a su ternero y la ponemos en nuestro café y nuestros cereales”.
Lo mismo plantea Uribe al sostener que “tanto en la industria del huevo como en la de la leche, las explotadas son las hembras”. Y es que las vacas -como las mujeres- sólo pueden producir leche tras un parto, por lo que son inseminadas artificialmente a lo menos una vez al año. Los terneros son separados de sus madres y si son machos irán a parar a los platos. Si son hembras, les espera el mismo destino que sus mamás.
De acuerdo a una reciente investigación de Vegetarianos Hoy, las gallinas ponedoras son mantenidas hacinadas en un espacio no mayor al de una caja de zapatos, sometidas a condiciones anormales de luz para aumentar la cantidad de huevos que ponen y condenadas a una vida entera sin poder caminar ni estirar sus alas.
En su columna para PETA¿Por qué las verdaderas feministas deberían dejar de comer huevos?, Michelle Kretzer hacía la relación entre la lucha por los derechos reproductivos de las mujeres y el consumo de huevos. “¿Qué significa cuando las mujeres le quitan los óvulos a otra hembra sin pensar y pagan fácilmente por sus óvulos, sabiendo que fue encarcelada, su ciclo reproductivo fue controlado y manipulado, y se vio obligada a tener crías según la agenda de otro?”, cuestionaba.
Feminismo y veganismo: ¿Actos de justicia?
La activista feminista afroamericana Angela Davis ha manifestado que “la cuestión de la comida es la próxima cuestión sobre la que el feminismo tiene que trabajar”. La filósofa, que no consume productos de origen animal, también ha dicho que hay una conexión “entre la forma en que tratamos a los animales y la forma en que tratamos a las personas que están en la parte inferior de la jerarquía”.
Francisca Valenzuela, integrante de la Fundación Derecho y Defensa Animal, es quien está tras la cuenta de Instagram Vegana Hambrienta. Ahí comparte recetas y consejos para quienes siguen este estilo de vida. Además de animalista, se declara feminista.
“El feminismo y el veganismo se alzan como formas de visibilizar la violencia contra grupos oprimidos históricamente. En el caso de las mujeres, por el patriarcado que nos mata cada minuto, y en el caso de los animales, por el especismo; una discriminación arbitraria contra individuos que no pertenecen a la especie humana siendo que poseen las mismas características (morales y neurocientíficas) que debieran servir de base para no hacerlo: capacidad de sintiencia, conciencia, intereses propios”, explica.
Valenzuela adscribe al feminismo antiespecista y describe al feminismo y el veganismo como “actos de justicia”. Plantea que nadie puede ser libre si no libera a sus propios esclavos.
Aunque para algunas la relación es irrefutable, otras discrepan. El veganismo es percibido por ciertos sectores como un privilegio de las clases más acomodadas, mientras que a algunas mujeres derechamente les ofende ser comparadas con vacas o gallinas.
Es lo que quedó de manifiesto cuando, en 2018, la organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) lanzó un mensaje en Twitter que afirmaba que “ser feminista significa apoyar el derecho de todas las mujeres, incluyendo a las vacas”.
“¡No estoy de acuerdo! Y aclaro que amo a las vacas. Pero las vacas no son mujeres, esto sólo crea argumentos tontos para desacreditar el feminismo”, comentó una usuaria . “¿Una vaca es una mujer? Creo que ese comentario raya en misoginia”, argumentó otra persona.
Ser feminista significa apoyar el derecho de todas las mujeres, incluyendo a las vacas 💕🐮 RT si estas de acuerdo ✊🏽 pic.twitter.com/irYYfBtv1F
Y aunque la mayoría de las mujeres que se identifican como feministas no son veganas, la apuesta de Valenzuela es que eso cambiaría eventualmente.
“Ir a marchar y luego pasar al McDonald’s para comer un cadáver procesado o un helado cuyo origen es el de explotación productiva y reproductiva de las vacas, no me calza. No me hace sentido y apuesto porque mis compañeras de una u otra forma van a cuestionarlo en algún momento”, afirma la activista.
Ignacia Uribe apunta en la misma línea: “Cada vez que conozco a alguien que se declara feminista intento explicarle que comer o no comer carne, huevos o lácteos, finalmente también es un acto político que se relaciona 100% con la causa que están apoyando. Como todas las personas ambientalistas deberían dejar de comer carne, de cierta manera yo creo que también en un tiempo más se va a generalizar la idea de que todas las personas feministas tampoco deberían comer carne ni consumir huevos o lácteos”.
La periodista de CNN Chile agradeció la distinción y recordó la trayectoria de Correa, quien es recordada como la entrevistadora más importante de la historia de Chile.