Inteligencia artificial, realidad aumentada y visualización en 3D son solo algunas de las tecnologías que están revolucionando la arquitectura. Alberto Beitia, arquitecto chileno ganador de premios nacionales e internacionales cuenta a CNN Bits cómo ha cambiado el panorama para la profesión y cuáles son los desafíos que avecina.
La arquitectura se encuentra en un emocionante punto de inflexión, debido a que las tecnologías emergentes están transformando de manera radical la forma en que se diseña, construye y experimenta.
Desde la visualización en 3D hasta la fabricación digital y la inteligencia artificial, pasando por la realidad aumentada, las herramientas tecnológicas están revolucionando cada aspecto del proceso arquitectónico.
La tecnología está abriendo nuevas fronteras para los arquitectos. Sin embargo, también plantea diversas interrogantes respecto a la autonomía creativa, la privacidad, los derechos de autor y la propiedad intelectual, entre otras cosas.
“Ha sido un salto muy grande. Yo vengo de una generación muy anterior, prácticamente del dibujo a mano”, sostuvo el arquitecto chileno Alberto Beitia, quien ha ganado varios premios tanto a nivel nacional como internacional.
En conversación con CNN Bits, Beitia compartió su visión sobre cómo la profesión se está adaptando a la nueva era tecnológica. También reflexionó sobre las oportunidades que ofrece este cambio de paradigma, así como también los desafíos.
“Hice mis amigas a las nuevas tecnologías”
El arquitecto Norman Foster, ganador de premios como el Pritzker (1999), más conocido como el “Nobel de la arquitectura”, y el Príncipe de Asturias (2009), alguna vez afirmó que la tecnología “siempre ha sido el mejor medio para mejorar la calidad de vida“.
Un pensamiento similar es el de Beitia, quien ha visto en primera persona cómo la tecnología ha progresado desde que partió en la profesión. “En el último tiempo, a partir de cinco o seis años atrás, la tecnología (…) me instó a llevar mi trabajo a un nivel mayor y eso me trajo un mejor desarrollo de mis competencias profesionales”, dijo.
A su juicio, en estos últimos años ha habido “un salto exponencial, tanto en las aplicaciones como en los equipos”. Frente a este escenario, se muestra optimista: “adopté una postura de proactividad respecto a las tecnologías, hace un tiempo atrás las hice mis amigas y, si me han permitido tener este nivel de trabajo y de diseños, me imagino que en 10 años más será imparable“.
En sus redes sociales, el arquitecto sube constantemente videos realizando innovadores diseños. Cuenta que comparte estos momentos, ya que le gusta “demostrar la capacidad que como profesional puedo llegar a tener y (…) también para demostrar que los equipos tecnológicos tienen un desarrollo tal que prácticamente no existen límites al desarrollar proyectos con formas complejas“.
“Uso una herramienta llamada SketchUp que permite desarrollar mis capacidades o imaginación a un punto máximo, porque no tiene límites para efectos de modelamiento (…). Me permite prácticamente soñar con proyectos que antes no se podían construir por tener un nivel de forma distinta, pero ahora con las capacidades de los equipos, más tecnologías como esta, se pueden hacer”, agregó.
Un nuevo escenario: IA, realidad aumentada y más
La inteligencia artificial está redefiniendo la arquitectura, ofreciendo beneficios y desafíos únicos. Para muchos representa una amenaza al quehacer, mientras que para otros, entre ellos Beitia, es un nuevo aliado que permite explorar nuevas posibilidades.
—¿Cuáles son para ti los beneficios y las amenazas de la integración de la IA en el proceso de diseño arquitectónico?
—Cuando empezó a llegar este tema hace cerca de un año hace atrás, lo veía prácticamente como amenaza porque no tenía conocimiento, pero empecé a adquirir este conocimiento y me di cuenta (…) de que será una herramienta complementaria, así como lo fue en algún minuto el computador, que fue un avance sustancial y mucha gente se asustó.
“Yo creo que va a ser una herramienta de complemento, no de reemplazo. Porque en mi situación, y según la experiencia que tengo como profesional, la relación personal entre el cliente y el diseñador es crucial, no tiene reemplazo, ya que hay sensibilidades que se manejan en el diseño que no las maneja la inteligencia artificial”, complementó.
—¿Consideras a la IA como un aliado?
—Para mí la IA es un aliado absolutamente y complementa mi trabajo. En la medida en que tú lo aprendes a usar antes que el resto, vas a tener mejor desempeño en tu trabajo en el año posterior, porque la IA va a estar en todo y, en 10 años más, el que no la sepa usar o no la sepa usar bien va a estar fuera del mercado. Insisto en que no viene a reemplazar, va a ser un complemento.
—Los alcances de la IA pueden causar gran incertidumbre, ¿cómo lidias con eso?
—Mi forma de lucha es saber los alcances que tiene. Es una situación que es como una mancha de agua que está creciendo rápidamente y tú tienes que estar ahí constantemente sabiendo cuál es su alcance, cuál es su potencialidad. O sea, cada cosa que va avanzando, y que son avances de menos de un año, tú tienes que estar actualizándote.
“Yo no lo voy a parar, nadie va a ser capaz de pararlo. En vez de pelear, prefiero hacérmelo aliado y buscar alguna manera de encajarlo en mi trabajo, mientras antes mejor. Es algo inevitable, así que búscatelo como aliado (…). No es malo ni poco ético, lo poco ético es no preocuparse de las cosas nuevas que puedan venir“, estimó.
—¿Cómo crees que la realidad virtual y la realidad aumentada están transformando la forma en que diseñamos y experimentamos los espacios arquitectónicos?
—Eso es súper interesante porque con los avances que van a existir no habrá límite entre lo que podría ser tangible y no tangible. (…) Uno puede plasmar un diseño y ver a una escala real cómo podría ser, incluso lo puedes proyectar. A mí me tocó hacer un trabajo una vez en un estacionamiento y en realidad aumentada proyecté la casa en escala uno a uno.